sábado, 29 de septiembre de 2007

SELECCIÓN DE JUICIOS INTERNACIONALES SOBRE ALGUNAS OBRAS PEDAGÓGICAS DE JULIO LARREA



Sobre su primer libro CUESTIONES EDUCACIONALES

De Víctor Mercante, Decano –fundador de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de La Plata:

“Recibí y agradezco CUESTIONES EDUCACIONALES de que Ud. es autor: libro de palpitante actualidad, tratado con la pluma avezada del escritor y un concepto penetrante de la didáctica viviente. Seguro en el juicio y abundante en el pensamiento, pone Ud., en su libro, un calor no común: la juventud que comienza y el deseo que dinamiza, con la noble esperanza que todos hemos tenido de ver realizados, en plazo breve, los ideales a los que suelen oponerse obstáculos que el entusiasmo no siempre advierte. Saludo en Ud. a uno de nuestros fuertes. Tiene por delante cincuenta años de acción, y su soplo constructivo, no me cabe duda, será fecundo para su país y los demás americanos.”


De Adelmo R. Montenegro, ex Ministro de Educación de la Provincia de Santa Fe (Argentina) y ex –Decano de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Córdoba:

“Desde el Ecuador nos llega este libro esperanzado y fuerte. Escrito en un estilo candente, va por sus páginas un aliento polémico que marca con inequívoca precisión la temperatura mental y emocional con que ha sido escrito. Debemos decir, con que ha sido vivido porque Larrea – y esto nos lo dice, sin decirlo su libro – pertenece a esa categoría de hombres excelentes a quienes interesa sobre todo la vida de la idea. No escribe para espejear ese Narciso que subyace en el fondo de todo hombre enturbiando la vida del espíritu: escribe porque quiere crear, porque tiene fe en el poder del pensamiento cuando es limpio, honrado y potente.”


De Constantino Wagüi, ex – Ministro de Educación de Nicaragua:

“Hace dos días emprendí la lectura de CUESTIONES EDUCACIONALES y al terminarla me he visto impelido a trazarle estas líneas para felicitarlo por la oportunidad de sus palabras y la profundidad de sus conceptos. Créalo, amigo Larrea, que son pocos los escritores que como Ud. esgrimen la péñola con tan viril entereza, dispuestos a dislocar el medio ambiente que esclaviza para imponer la palabra redentora, la idea – luz que ilumine las conciencias. Ud. ha sembrado al impulso magnánimo de un dinamismo vital, propio del heroísmo de una juventud de vastos conocimientos y experiencias, y es de esperar que la simiente fructifique. Sus excelentes cualidades de periodista, pedagogo y escritor y sociólogo están de relieve en éste su trabajo, y su pensamiento orientador aclara el escabroso y complejo problema de la educación: problema que entraña una importancia de trascendencia social enorme, pero que desgraciadamente la sociedad aún no ha evaluado”.



Acerca de su libro PROBLEMAS DE LA EDUCACIÓN ECUATORIANA


De Salvador Umaña, ex Ministro de Educación de Costa Rica:

“ Mucho me ha enseñado su libro en el que se plantean fundamentales problemas para el futuro de nuestra América, cuales son la educación popular en que van implícitas las “defensas científicas y técnicas para dignificar la vida y afirmar la democracia, “como dice Ud. en frase de oro y que constituyen la magna preocupación de los hombres vigilantes del Continente. Si la conciencia colectiva no está dormida, y no lo está ,su libro será de fecunda influencia tanto en el Ecuador como en estos otros países hermanos en los que el cuadro es semejante y en los que producirían inmediatos beneficios las atinadas sugestiones de su estudio. Un aplauso por su estilo: confirman que es Ud. un verdadero escritor y orientador a quien debemos consultar todos los que nos preocupamos por el futuro del medio social en que vivimos.”


De Luis Pérez Espinós, ex – Ministro de Educación de Cuba:

“Con verdadero agrado he leído su libro PROBLEMAS DE LA EDUCACIÓN ECUATORIANA en el que revela Ud. un profundo conocimiento y una gran comprensión de los problemas sociales de nuestros pueblos, tan dolorosos como comunes en casi todos los países de América. Libro de sustancia y médula exquisita , es a la vez un alarde de galano y bello estilo literario que proporciona el doble placer de su fondo y de su forma. Queda entre mis libros como uno de los más preciados. Me agrada sobremanera establecer relación con las personas que valen intelectualmente en nuestro Continente, y que como Ud. revelan una gran cultura y una alta comprensión de su verdadero sentido humano.”


De Jorge Eliécer Gaitán, ex –Ministro de Educación de Colombia:

“Su libro PROBLEMAS DE LA EDUCACIÓN ECUATORIANA , es el mejor ejemplo latinoamericano de cómo hay que investigar, plantear y resolver el magno problema de la educación en sus fines y perspectivas nacionales. Y por eso su libro es una profunda directriz para toda la América Latina.”


De Agenor Argüello, Director de diario Novedades, de San Salvador, República de El Salvador:

“Julio Larrea es todo un forjador de forjadores. Su pasión por la Pedagogía le ha hecho fecundo en la producción y el estudio. Claro y conciso en el estilo, de ojo clínico admirable, con su libro alerta a la observación de los muchos fenómenos que afectan la educación pública de su país; al escribir sobre ellos lo hace con acierto, al mismo tiempo que aconseja la terapéutica por él creída conveniente. Leyendo el libro del profesor Larrea se llega con facilidad al convencimiento de que los países americanos tienen todos ellos los mismos problemas educacionales. Pleno de conciencia magisterial, este gran guía de guías y hombre de cerebración fuerte, con su libro sobre Problemas de las educación ecuatoriana está contribuyendo a fijarle rumbo, no solamente a la enseñanza de su país, sino a la de todo el Continente, ya que en cada una de las parcelas se repiten las mismas características problemáticas. Su mentalidad ha sido adiestrada en las calistenias pedagógicas y en los estudios de los sistemas adaptativos a su región. Vive en eterna maceración de ideales. Habla con el convencimiento que da la posesión de una certeza.”





Sobre la primera edición del libro LA EDUCACIÓN NUEVA

De la revista de Filosofía The Personalist, de la Universidad de California, Los Angeles, Estados Unidos. Winter of 1953; vol. 34; Ner. 2.p. 88-:

“LA EDUCACIÓN NUEVA by Julio Larrea.- The present book by the distinguished Ecuadorean educator Julio Larrea, is an excellent and comprehensive overview of modern education, a field in which the author is an international authority. The book would be suitable as a textbook for teachers in training or lay folk who sometimes hold fantastic ideas of what constitutes the new education. Three particularly valuable points of the author;s emphasis are: the unity or integrative character of modern education; the fact it represents the synthesis of many historic factors and forces as over against the work of any single person or operative cause, and finally, the place of education in building One World, its international aspect.”



De la revista de Filosofía de Holanda, Overdruk, No. 93, abril de 1959. La Haya :

“El Profesor Larrea es muy conocido y prestigioso en el mundo pedagógico de América y Europa. La sola edición de su Revista (más vale decir, quizás, de un libro anual) NUEVA ERA, que está siendo publicada desde hace muchos años, le bastaría para ganarse una reputación internacional. En los últimos quince años ha ensanchado grandemente su visión y experiencia con muy largos y múltiples viajes a través de diversos países del Norte, Centro y Sudamérica así como en Europa. En este libro el autor se muestra como un grande y humano conocedor de todos los problemas relacionados con la educación contemporánea, así como también como un hombre sabio quien siente intuitivamente – demostrándolo – que es al maestro a quien toca una parte esencial de toda transformación concreta de los métodos de enseñanza. Esa sabiduría se refleja en cada página, en las agudas observaciones y en los consejos certeros: fruto del tratamiento esmerado de sus ricas experiencias. Este libro no sólo ha de leerse sino que también ha de ser estudiado y aplicado en todo el mundo.”



De A.S. Barr, Profesor de Educación Comparada y Política Educacional de la Universidad del Estado de Wisconsin:

“LA EDUCACIÓN NUEVA is a tremendously fine and stimulating book and I should think that it will help tremendously in directing educational thinking on both continents. You seem to have caught quite well the new education as expressed in writers in our country.”


De Ricardo Levene, ex – Rector de la Universidad de La Plata:

“He recibido su muy importante obra LA EDUCACIÓN NUEVA. Por su plan orgánico y su desarrollo metódico, trátase de una obra fundamental en América.”



De Francisco Romero, Profesor Emérito de la Universidad de Buenos Aires, distinguido con el Premio Nacional de Filosofía en 1957:

“He estado examinando detenidamente varias partes de su obra LA EDUCACIÓN NUEVA. Hallo por todas partes las versación exacta y el fervor que singularizan su acción pedagógica.”



De Luis Reissig, ex – Director de la Revista La Educación, de la Unión Panamericana y ex – Consejero del Gobierno Argentino:

“Recibí su excelente libro LA EDUCACIÓN NUEVA, que leí de inmediato por ser libro suyo y por el profundo interés que despertó en mí su título y sumario de capítulos. Además de la precisa y necesaria recapitulación de los métodos modernos y escuelas nuevas y sus indicaciones utilísimas sobre la preparación general y profesional del maestro, directores e inspectores, y sobre organización escolar: lo que más atrae e impresiona es su clara visión de educador sobre los fines de la educación y el papel que ella puede y ha de desempeñar en nuestro mundo. Todo el libro está guiado por su auténtica vocación de maestro y su noble actitud frente a la vida educativa de nuestro tiempo.”



De Nicolás van Vliet, educador e intelectual holandés, muy conocido en Europa:


“Me descubro ante el dominio tan completo de la materia pedagógica que Ud. demuestra en su magnífico libro LA EDUCACIÓN NUEVA. Su libro testimonia gran sabiduría y profundos conocimientos.”


De Alberto Rembao, Director de La Nueva Democracia, de Nueva York:

“LA EDUCACIÓN NUEVA es una obra que representa una realización que merece mucho aplauso y mucho aliento. Estoy seguro de que va a servir mucho en un campo donde tanta orientación se necesita. Ud. es uno de los pocos privilegiados capaces de brindarla. Doy por supuesto que a Ud. no le parecerá mal si entramos a saco en su obra para reproducirla íntegramente en LA NUEVA DEMOCRACIA.”



De M. A. Texeira de Freitas, ex – Presidente de la Asociación Nacional de Educación de Brasil y Ministro de Educación de su país:

“Ninguna obra es superior a ésta en desenvolvimiento de temas que la del autor de LA EDUCACIÓN NUEVA, Julio Larrea, escrita con insuperable maestría. Su visión panorámica de las exigencias de las educación nueva en el mundo, y especialmente en América, el dominio completo de la materia a través de una extraordinaria riqueza de informaciones, la comprensión y el discernimiento de los aspectos todos del problema enfocado, las vastas corrientes del pensamiento pedagógico y político – social que la meditación y la cultura del autor abren a los gobiernos y a la educadores del Continente, son méritos, entre otros numerosos, del libro LA EDUCACIÓN NUEVA. Se distingue esta obra por la objetividad y seguridad insuperables y por el perfecto señalamiento del derrotero que debería seguir la reorganización social y técnico – administrativa de la enseñanza. Creo que no hay otro libro americano que haya abordado con igual eficiencia tan importantes aspectos prácticos, de trascendencia nacional e internacional.”



De Mariano Villaronga y de la División Técnica de la Secretaría de Educación Pública y Cultura de Puerto Rico, San Juan, l6 de junio de 1952:

“Distinguido Profesor Larrea: He tardado algún tiempo en contestar su atenta carta de mayo. Esperaba leer totalmente su libro LA EDUCACIÓN NUEVA y aguardaba el juicio de algunos colegas de nuestra División Técnicas a quienes pasé la obra. Hoy me place enviar a Ud. el juicio que formulan los especialistas de dicha División, juicio que comparto y suscribo personalmente. Sólo me resta felicitar a Ud. por tan importante contribución a nuestra literatura pedagógica. Le saluda muy cordialmente, (f) Mariano Villaronga.
El juicio de la División Técnica es el siguiente: Si conociéramos la creciente influencia de la pedagogía norteamericana en la educación de toda Latinoamérica, bastaría la lectura de la obra LA EDUCACIÓN NUEVA, del ecuatoriano Profesor Julio Larrea, para advertir la extensión y profundidad del movimiento pedagógico actual en esos países hermanos. Director de NUEVA ERA, Revista Internacional de Educación, publicada en Quito, en la cual colaboran los más insignes pedagogos del Hemisferio; Profesor de amplia experiencia y autoridad; colaborador de diversas organizaciones del extranjero, entre ellas la UNESCO; Julio Larrea es un educador de vanguardia, portavoz e intérprete de las nuevas orientaciones en el campo de la docencia. Su obra PROBLEMAS DE LA EDUCACIÓN ECUATORIANA, publicada en 1939, es obligada referencia para los que deseen conocer el pensamiento y la acción educativa del Ecuador.
En LA EDUCACIÓN NUEVA no solamente que nos presenta los elementos que integran esa orientación educacional, sino que nos hace saludables advertencias que se relacionan con lo que consideramos son excesos y peligros en que pueda incurrir el educador moderno.

El propósito principal del Profesor Larrea en este libro es desarrollar la conciencia pedagógica y profesional del maestro, mostrarle los horizontes y aclararle su visión. Para este autor, el maestro es el eje de la acción docente y necesita percatarse de que es parte central de la misma. Aquí se evidencia claramente la advertencia contra el exceso de atención que la pedagogía moderna asigna fervorosamente al alumno. En el afán de considerar el sujeto de la educación como foco de la acción didáctica, el maestro ha quedado olvidado. Llevarle el mensaje de fe y ayudarle a percibir el sentido amplio y vital de su apostolado es preocupación de Julio Larrea.

La obra es muy abarcadora en su temario: atmósfera, significado, fines, organización y métodos de la educación nueva. Sin embargo, la forma en que cada tema es abordado resulta interesante ya que procura establecer esos nexos vivos que dan carácter unitario y orgánico a los tópicos pedagógicos.. La obra cubre mayormente problemas e interrogantes de fundamental significación.

Julio Larrea se nos muestra aquí como uno de los devotos de la democracia y la justicia social . Éste es uno de esos pocos pedagogos - ¡ojalá fueran más ! – que no se conforman con el estrecho campo de acción de la didáctica. Sus miras se dirigen hacia la solución eventual de los males que afligen al mundo. Le preocupan los problemas del analfabetismo, la superstición, el fanatismo, la servidumbre en sus diversas formas, los bajos niveles de vida, los prejuicios raciales, las trágicas cifras de la mortalidad infantil, etc., etc.. Para la solución de estos problemas Larrea nos presenta una visión ecuménica: a la comprensión internacional le dedica un capítulo. No cree en reformismos unilaterales y superficiales. Los esfuerzos salvadores son algo trascendental, con amplios planes que movilizan grandes recursos y se apoyan en cimientos de la historia grande.

Para realizar estos fines hay que atender cuidadosamente la formación del maestro no basta formar al profesional - nos dice – hay que formar, en el maestro, al hombre de cualidades esenciales. El problema no es simplemente uno de dominio de la ciencia y de la técnica. La educación se deforma cuando degenera en rutina superficial de técnica pedagógica. Lo importante es la formación liberal del educador.
He aquí otra saludable advertencia. Éste es el punto de vida de los que en los Estados Unidos han dado la voz de alarma frente al peligro que constituye el énfasis exagerado sobre los métodos y técnicas. Adler, Hutchings y otros en Norteamérica, al igual que Ortega y Gasset, suscribirían esos puntos de vista de Larrea sobre la formación del maestro.
Escrito en estilo elegante, con admirable precisión expositiva, esta obra sería de grandísima utilidad tanto para maestros en ejercicio como para los estudiantes que se preparan para asumir la delicada misión en esta profesión espiritual.”

Sobre su libro de DIDÁCTICA GENERAL

De Fernando de Azevedo , notable sociólogo brasileño:

“Lo que antes había leído sobre Didáctica General, de autor latinoamericano, fue la obra de A. M. Aguayo, de Cuba. Eso, hace muchos años. Ud., mi ilustre amigo, retoma en ese campo de estudios, dándole la atención vigilante de un Maestro, el movimiento de interés por ellos, con un original cuidado en la manera de tratarlos. En el Brasil, todavía no aparece una obra que pueda compararse a las de Aguayo y de Ud..,Ciertamente tenemos en el país profundos conocedores de los problemas de la educación, como para citar a los tres mayores, Anisio Teiseira, M. B. Lourenço Filho y A. F. de Almeida, jr.... Pero, en el dominio de la Didáctica, Larrea y Aguayo figuran en primer plano en la América Latina.”


Del crítico español Julián Caparrós Morata:

“Sólo a la luz de la rica producción pedagógica dispar podemos comprender el valor de la obra de Larrea. Su libro de DIDÁCTICA GENERAL marca época en la historia del libro pedagógico de ámbito castellano. Nosotros no creemos caer en hipérbole al destacar ésta su característica de IMPAR, NO SUPERADA Y DIFÍCILMENTE SUPERABLE. No sólo por la temática que nutre sus densas, enjundiosas páginas; no sólo por el sistema y rigor de enfoque y tratamiento; sino – y esto queremos destacarlo – por el espíritu humano que vivifica temática y técnica, raíz y copa ,arranque y meta”.


Del pedagogo español Santiago Hernández Ruiz:

“Esta es una obra estupenda. Cumple en ella el autor con creces lo que promete en su luminoso y valiente Prólogo. Para apreciar la calidad sistemática del trabajo del ilustre Profesor Larrea, personalidad pedagógica ultracontinental, basta dar una rápida lectura al índice y apreciar lo completo de la visión didáctica y la consecuencia interna de la materia, deducida del orden de sucesión de los capítulos. Y luego, cada capítulo aparece tratado con singular acierto y gran riqueza de materia nueva, en el mejor sentido de la palabra: novedad válida, porque está concebida en continuidad funcional con la totalidad de la obra de la Humanidad de todos los tiempos. La obra de DIDÁCTICA GENERAL une a los valores espirituales mencionados, los de carácter práctico, con la enorme competencia del Profesor Larrea. Los maestros encontrarán en las sapientes páginas de este gran libro, soluciones abundantes y certeras para sus problemas.”




Acerca de su libro DIDÁCTICA DE LENGUA Y LITERATURA ESPAÑOLAS

De la Revista Cuadernos, de París, No. 50:

“Ningún educador que luche por las revaloración de la palabra y por la justeza de su utilización debe dejar de conocer esta obra en la que encontrará mucho de provecho, tanto si su misión docente se ejerce sobre los párvulos y alumnos de enseñanza primaria, como si se dirige a los de segunda enseñanzas y hasta a los de enseñanza universitaria. Los autores agotan el tema y presentan unas obra completa y original.”


De El Comercio, decano de la prensa de Quito:

“Ninguna obra ha sido publicada hasta hoy como ésta para dilucidar con profundidad y claridad sobre los más variados y complejos problemas de la enseñanza y el aprendizaje de la Lengua y la Literatura Españolas.”


De Germán Arciniegas, ex – Ministro de Educación de Colombia, por dos veces, y Profesor ´de Literatura en universidades de su país y de los Estados Unidos:

“Este libro será recibido con inmenso interés por los educadores de las dos Américas porque responde a los interrogantes más inquietantes de la enseñanza planeada y conscientes de sus fines. Los más difíciles problemas de la enseñanza desde la escuela primaria hasta la universidad, son abordados en forma magistral.”




Sobre su libro titulado LA EDUCACIÓN EN LOS ESTADOS UNIDOS

Del Boletín Trimestral del Proyecto Principal de Educación de la UNESCO, Vol. ll, No. 7. Julio – setiembre de 1960. Páginas 121 – 122:

“El Profesor Julio Larrea desarrolla el tema de este libro con una notable concisión. Nada de fárragos de cifras, nombres ni reseñas fugaces de instituciones, biografías aparatosa ni enumeraciones presuntuosas, sino presentaciones fieles a las realidades efectivas en relación con todos los aspectos de la educación: tendencias, ideales, sentido democrático, organización de las escuelas en todos los grados, formación del magisterio, relación entre la escuela y la comunidad, experimentación pedagógica permanente y para atender situaciones de emergencia, etc..

Pero en Larrea, la fidelidad a los valores reales del objeto descrito y la imparcialidad en el tratamiento de los hechos, no es nunca fría descripción ni disección especulativa en un terreno de objetividad abstracta. La comparación con el ser propio, con las realidades latinoamericanas, a veces atormentadoras, pero en modo alguno exentas de valores propios capaces de resistir la comparación con los mejores de allende el Bravo, está presente siempre. Pudiera temerse, es de temer, las más de las veces, un sentimiento amargo de inferioridad que se traduzca en deprimente prurito de la imitación servil; pero en este caso, tal temor es infundado en principio, y a quien o tuviese, se le disipará enseguida, no sólo por la reconocida independencia mental del autor, sino porque expresamente se previene contra tal sentimiento al lector mismo en el primer capítulo de la obra, notable por su contenido y su estilo a la vez.

¿Cómo aprovechar lo valioso de los Estados Unidos? – se pregunta Larrea -. Y escribe enseguida: La respuesta que esclarezca nuestro destino y que cifre los deberes del conocimiento recíproco y del intercambio de experiencias, la hemos de encontrar en la necesidad de partir del descubrimiento de los valores humanos y culturales de nuestros pueblos, tales como de hecho son, a fin de interpretar los motivos de nuestro retraso y las fuerzas vivas y potenciales que hemos de encauzar e integrar hacia un progreso planificado. Los retrasos no podemos corregirlos con la copia. Tenemos el deber de latinoamericanos de reconocer, definir, elevar nuestra realidad.La copia o el trasplante no hacen sino suplantar la realidad , inventarla.”




JUICIOS SOBRE “NUEVA ERA”,

REVISTA INTERNACIONAL DE EDUCACIÓN Y CULTURA

FUNDADA Y DIRIGIDA POR JULIO LARREA


De Organismos Internacionales de la Educación, la Ciencia y la Cultura


De Pedro de Alba, en su calidad de Sub – Director de la Unión Panamericana:

“De las ediciones de NUEVA ERA se puede desprender la historia de la educación pública de América..”



De Lectura para maestros, órgano de la Unión Panamericana:

“En el volumen XIII, publicado en México, D. F., se reafirma aún más el carácter de tribuna de los líderes de la educación contemporánea que distingue a esta inigualada publicación.”



De Julian Huxley, Director General de la UNESCO:

“Yo estoy muy interesado en la obra que Ud. ha emprendido y aprovecho la ocasión para hacerle llegar mi aplauso por el valor de la Revista que Ud. dirige. Estoy cierto que todos los obtendrán grande provecho de la experiencia de Ud. sobre las cosas de la educación en general y de la formación docente en particular.”



De Jean Guiton, Director Adjunto de la UNESCO:

“El anuncio del envío de otro volumen de NUEVA ERA es para nosotros una excelente noticia, por ser esa Revista que Ud. dirige con tanta eminencia, una de nuestras mejores fuentes de información sobre la América Latina, en materia de educación.”


De Pedro Roselló, Sub – Director del Bureau International de Education, de Ginebra:

“No tengo que decirle, distinguido amigo Julio Larrea, el interés con que consultamos en la Oficina Internacional de Educación su Revista NUEVA ERA. Figura, como se merece, en lugar preeminente entre las trescientas revistas pedagógicas que recibimos del mundo entero. Es un precioso instrumento de trabajo que honra a su Director.”


De Guillermo Nannetti, miembro del Consejo Ejecutivo de la UNESCO y Director de la División de Educación de la Unión Panamericana:

“En París tuve la satisfacción de recibir el volumen XIX de NUEVA ERA, que está a la altura de los anteriores por la selección y densidad de su contenido. Una vez más le envío mis cordiales felicitaciones por el gran esfuerzo que usted realiza a favor de la educación americana.”



De Antonio de Gamarra, Director de Prensa e Información de la UNESCO:

“Recibí el último volumen de NUEVA ERA. El trabajo de Ud. merece muy calurosas felicitaciones. Uno no llega a concebir cómo puede usted reunir materiales tan interesantes, con las pocas facilidades que tiene. El mérito de poder publicar tan frecuentemente un volumen en el que ofrece un aspecto tan amplio de la educación es indiscutible.”



LA H. CÁMARA DE DIPUTADOS DEL ECUADOR
EXPRESÓ SU JUICIO ALTO E ILUSTRADO,
RESPETABLE Y CONCLUYENTE , SOBRE NUEVA ERA

En documento memorable, aprobado en sesión pública y dirigido al Sr. Ministro de Educación.

Cámara de Diputados – No. 849
Quito, a 14 de octubre de 1952
Sr. Ministro de Educación
Ciudad

Sr. Ministro:

La H. Cámara de Diputados, en sesión del 13 del presente, aprobó el siguiente informe de la Comisión de Educación:

“Sr. Presidente de la H.Cámara de Diputados:

Vuestra Comisión de Educación ha estudiado atentamente, Sr. Presidente, la solicitud presentada por el Profesor Sr. Julio Larrea, Director de la Revista Pedagógica NUEVA ERA, y ha examinado con interés el volumen XX de esta muy prestigiosa Revista.

El volumen XX o cualquier otro tomado al azar, Sr. Presidente, demostraría con sumas claridad:

1- La alta calidad filosófica, científica y técnica de los estudios y artículos que la Revista NUEVA ERA ha presentado siempre.

2- La vista panorámica hacia todos los planos y ángulos de la educación, a través de una inmensa variedad de material pedagógico y mediante la colaboración de los más eminentes educadores de nuestro tiempo.

3- La gran importancia que la Revista ha adquirido en el mundo, como lo atestiguan los juicios de los más autorizados organismos de la educación internacional y de los más calificados representantes de la educación contemporánea, quienes la han declarado la mejor en su género.

4- Cada volumen ha sido un libro de más de 300 páginas y ha revelado la plausible consagración, el conocimiento, la fe y la vocación del Dr. Larrea para el servicio desinteresado al progreso educativo del Ecuador, por medio de la elevación de la conciencia profesional del magisterio.

Por las consideraciones enumeradas, la Comisión de Educación pide a la H. Cámara que, atendiendo ampliamente al pedido del Dr. Julio Larrea, se oficie al Sr. Ministro de Educación con la transcripción de este informe, recomendándole, de modo especial, la concesión inmediata de la Imprenta para la edición del volumen XXI, y a su tiempo, de los siguientes. Las cosas de la cultura, y en ellas primordialmente las de la educación, sobre todo cuando han alcanzado un mérito singular, deben ser objeto de auspicio fervoroso por parte del Estado, Sr. Presidente.

(f) HH. Luis Fernando Ruiz - Víctor Alejandro Jaramillo
Oswaldo Camacho – Jacinto Acosta - Colón González
Rodrigo Cordero Crespo


Que transcribo a Ud. para los fines legales consiguientes.


(f ) Dr. Ramiro Borja y Borja
Secretario de la H. Cámara de Diputados”



De Presidentes de Repúblicas Americanas


De Ricardo J. Alfaro, Presidente de Panamá:

“Me ha sido en extremo grato recibir la Revista NUEVA ERA. Su presentación elegante, su contenido enjundioso, los nobles ideales que sustenta, hacen de esta publicación un brillante testimonio de la cultura y una fuente de placer y de provecho para todos los amantes de la educación como elemento primordial del progreso y de las libertad de los pueblos.”


De Carlos Arroyo del Río, Presidente del Ecuador:

“NUEVA ERA es digna de todo encomio y honra incomparablemente al Ecuador.”


De Alberto Lleras Camargo, Presidente de Colombia:

“Nuestra biblioteca ha recibido con el mayor aprecio los últimos volúmenes de NUEVA ERA que hablan muy alto de los conocimientos y capacidades de su distinguido Director.”






De Ministros y Secretarios de Educación Nacional


De Luis B. Prieto, Ministro de Venezuela:

“La generosa labor de NUEVA ERA América agradece. Está contribuyendo en mayor grado a vincularnos que medio siglo de conferencias hispanoamericanas.”


De Germán Arciniegas, Ministro de Colombia:

“NUEVA ERA me parece publicación ejemplar. No excesivamente técnica, como esas revistas pedagógicas deshumanizadas que todo lo reducen a los problemas profesionales de los maestros. No perdidamente literaria, como esas otras que por el amor a la retórica se olvidan de la estimación que las ciencias merecen. Ud. logra un difícil justo medio y nos regala con un libro periódico donde hay abundancia de buena lectura.”


De Jorge Mañach, Ministro de Cuba:

“Lo felicito por NUEVA ERA y por su contenido científico neto.”



De Carlos Martínez Durán, Ministro de Guatemala:

“En NUEVA ERA encontramos el pensamiento y la acción de los más grandes espíritus americanos.”


De Octavio Méndez Pereira, Ministro de Panamá:

“Este volumen (el VIII) ha acrecentado mi admiración por su tesonera e inteligente en un medio que, como todos los nuestros, ha de ser hostil e indiferente con las cosas ideales.”


De Lourenço Filho, Ministro de Brasil:

“Tenga Ud. la seguridad de que NUEVA ERA es aquí, en el Brasil, grandemente apreciada y que tiene la mejor acogida en nuestros círculos de educadores”


De Pedro Cebollero, Comisionado de Educación de Puerto Rico:

“NUEVA ERA me ha impresionado por el contenido moderno, práctico y valiente, tan apartado de lo que era y son ¡ay! tantas revistas suramericanas de pedagogía.”


De Samuel Miller Brownell, Comisionado de Educación de los Estados Unidos:

“Deseo expresarle mis más sinceras gracias por el envío del volumen XXII de su muy interesante Revista NUEVA ERA. Lo he leído con sumo interés. Los artículos escritos por distinguidos educadores de este Hemisferio son variados y abarcan diversos aspectos de la educación. Estos proporcionan, junto con interesantes comentarios editoriales, notas bibliográficas y esquemas biográficos, información de grandísimo valor para todas las personas interesadas en cuestiones internacionales en materia de educación.”





De Rectores de Universidades


De Agustín Nieto Caballero, Rector de la Universidad de Bogotá:

“Gratísimo ha sido para mí recibir el estupendo volumen de NUEVA ERA (el XIX), en el que Ud. ha reunido, en armónico conjunto, el pensamiento de los mejores amigos de la escuela nueva. Admirable su labor, amigo Larrea. Su Revista, tan notablemente inspirada, nos hace sentirnos a todos los maestros de buena voluntad la fraternidad de nuestro sentimiento y la casi identidad de los propósitos que nos animan. No desmaye Ud. en su esfuerzo. Recuerde que cerca de su espíritu y de su corazón estamos todos los que aún tenemos fe en la educación.”


De Jaime de la Guardia, Rector de la Universidad de Panamá:

“Su obra educativa, expresada en NUEVA ERA, es merecedora del aplauso continental. Su Revista es un órgano auténtico de la cultura de América.”


De Alfredo L. Palacios, Presidente de la Universidad de La Plata (Argentina):

“NUEVA ERA ha seguido una carrera ascendente, paralelamente a sus libros, siempre al servicio de la renovación profunda educativa que llega hasta la universidad y que contribuye poderosamente a la vinculación de nuestros pueblos.”


De Juvenal Hernández, Rector de la Universidad de Chile:

“La Universidad de Chile tuvo el honor de publicar NUEVA ERA y servir concretamente con ello a los altos intereses de la educación de América y del mundo. Es ésta la oportunidad paa repetirle mi felicitación por su excelente labor en Chile mediante cursos y conferencias en la Universidad.”






Juicios de diarios y revistas



De El Mercurio de Santiago de Chile:

“Ya es un milagro mantener entre nuestras repúblicas, tan poco pródigas en las manifestaciones de cultura, una Revista periódica de la intención, la jerarquía y la lucidez espiritual de NUEVA ERA.”


Del diario Novedades, de Managua, Nicaragua:

“La mejor Revista Pedagógica de América se publica en el Ecuador. Se llama NUEVA ERA y la dirige el profesor Julio Larrea, un apasionado por la cultura. NUEVA ERA es la más alta tribuna pedagógica de América. Los volúmenes publicados son toda una Biblioteca para los maestros del Continente.”


De El Nacional, de México:

“Silenciosa, calladamente, el pensamiento se está continentalizando a través de NUEVA ERA.”

De Romance, No. 10, de México:

“Con el presente volumen (el VII) llega hasta nosotros una de las expresiones más logradas de la preocupación que late por los problemas educativos de todo el Continente.”


De Educación y Cultura, de México:

“Es difícil dar una idea aproximada de toda la importancia y magnífica orientación de esta Revista que honra a su Director.”


De la Revista Mexicana de Educación:

“Forma esta volumen ( el VIII) una obra de 340 páginas con nutrido y selecto material que la convierte en un verdadero manual de positiva utilidad para los maestros.”


De La Comuna, de Lomas de Zamora, Argentina:

“NUEVA ERA es el mejor libro que se publica en materia pedagógica. En Europa no hay ni asomo de algo semejante.”


De Gustavo Salgado, Redactor en Jefe del diario El Comercio, de Quito, el más importante del Ecuador:

“Los quince años cumplidos por la Revista NUEVA ERA en su segunda época no pueden pasar inadvertidos a educadores y profanos. Y privándonos de comentar el contenido rico y concentrado del volumen XXI de la Revista del Profesor Larrea, querríamos decir unas palabras acerca de esta realización en el campo educativo.

Hemos observado que en el Ecuador casi siempre es necesario hacer mingas para publicar dos o tres números de una revista condenada de antemano a la desaparición. Y la minga no solamente aparecía en el esfuerzo material para la publicación , sino en los aportes intelectuales de autores de artículos . Los promotores tenían que recorrer un verdadero calvario hasta arrancar la esperada colaboración de una pluma distinguida que tal vez salvaría económicamente a la nueva publicación.

Grupos literarios se han fundado a lo largo de los últimos veinticinco años con el exclusivo objeto de publicar revistas. Los grupos han subsistido, pero la revista murió sin gloria. Los grupos han subsistido, pero no han hecho ningún esfuerzo para resucitar la revista.

Y ése es el panorama ecuatoriano en lo que a revistas se refiere, panorama desesperante y angustioso.

Frente a él se yergue en desafío constante e intrépido NUEVA ERA. Alimentada Por quien lleva en su espíritu la vocación docente y curtida en una lucha desigual en todos los frente, la Revista no ha hecho más que crecer y crecer.

Para mantenerla no hubo cenáculos literarios ni docentes; ni oportunas subvenciones presupuestarias; ni compra de derechos de autor; ni lo que en el Ecuador todo decide: el alto cargo público desde el cual se puede asegurar una publicación.

Sin embargo creció NUEVA ERA en lucha constante con la indiferencia, la resistencias y el prejuicio.

Desde el Exterior le llegó el impulso espiritual y generoso, en forma de colaboraciones de los pensadores y forjadores de la educación contemporánea. Primero de América Latina, después de los Estados Unidos y más tarde de Europa occidental.

Mantovani, Bassi, Filho, Washburne, Luzuriaga, Rembao y tantos otros, nos hacen oír su voz autorizada y sincera sobre los más variados aspectos y problemas que lleva consigo la educación de todos los tiempos.

En esta forma creció NUEVA ERA hasta merecer por pleno derecho ser llamada tribuna de los líderes de la educación contemporánea.

En el curso de sus quince años (segunda época) la Revista ha recibido los homenajes más elocuentes de tantas personalidades dispersas de América y Europa.

Los testimonios de admiración son tantos y de tan alta calidad que no sabríamos por cual decidirnos. Sin embargo, Luzuriaga consagra la vocación y la lucha del Profesor Larrea con estas palabras: Sigo leyendo con gran interés NUEVA ERA, que es la única revista legible en lengua española.”






JUICIOS DE PERSONALIDADES ALTAMENTE
REPRESENTATIVAS DE LA EDUCACIÓN
Y LA CULTURA INTERNACIONALES


De los Estados Unidos de América

De Carleton Washburne, creador del Sistema Winnetka:

“No conozco otra Revista de la magnitud de NUEVA ERA en nuestro Continente.”


De Ronald Hilton, Profesor de Cultura Latinoamericana y de Asuntos Internacionales en la Universidad de Standford, California:

“Yo no sé qué sería de Hispanoamérica si no hubiese más que política, si faltaran esos individuos quienes, como Ud., no dejan apagarse el fuego sagrado de la cultura. Lo felicito de todo corazón por la labor individual, heroica, que está Ud. realizando. Es desgraciadamente típico de las cosas culturales que sean producto de un solo hombre creador, sin el cual no podrían continuar y de hecho no continuarían.”


De Boyd H. Bode, Profesor que fue de numerosas universidades norteamericanas y autor de libros mundialmente famosos en el campo de la Filosofía de la Educación:

“El trabajo que Ud. desarrolla consiste en acomodar admirablemente su talento y previsión a los fines de la educación internacional.”


De Frederick Redeffer, Profesor Emérito de New York University:

“Ud. merece el más alto elogio de todos los educadores del Hemisferio Occidental por la publicación de su valiosa y pulcra Revista.”


De H. M. Chambers, Presidente del American Council on Education:

“NUEVA ERA es la más admirable publicación pedagógica del mundo.”



De Cameron Duncan Ebaugh, Especialista en Educación Comparada:

“Le digo con sinceridad que no conozco otra Revista que ofrezca al lector la variedad, la calidad y la cantidad de colaboraciones para la comprensión de los problemas educativos y para el acercamiento cultural.”



De Robert King Hall, Profesor de Educación Comparada de Columbia University (New York) y co – Editor de Year Book Of Education:

“Yo he admirado siempre su obra pedagógica en sus libros y en NUEVA ERA. Su acierto y desprendimiento han sido comentados muchas veces en grandes asambleas y reuniones internacionales. ¿Cómo puede contar Ud.. con colaboradores notables. Year Book Of Education, a pesar de su renombre mundial tropieza, en ese campo , con frecuentes problemas, hasta al tratarse de educadores e intelectuales consagrados.”





De España


De Lorenzo Luzuriaga, Director de la Revista de Pedagogía:

“Sigo leyendo con gran interés NUEVA ERA que es la única Revista pedagógica legible en lengua española.”


De Santiago Hernández Ruiz, Profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México:

“Hoy por hoy no hay nada que iguale a NUEVA ERA en materia de revistas pedagógicas, tanto por la calidad como por la amplitud de horizontes. Lo que agiganta su figura de titán de la educación, amigo Larrea, es esta Revista suya, una epopeya publicitaria sin ejemplo, pues sólo el que anda en estas cosas de publicidad sabe lo que es sostener la mejor Revista Pedagógica del mundo a fuerza de pura voluntad y trabajo, en lucha desesperada con el huidizo centavo.”


De José Zaragoza Antich:

“En su Revista NUEVA ERA aparecen los más palpitantes problemas de la educación y la cultura contemporáneas.”


De Julián Caparrós Morata:

“NUEVA ERA merece la admiración cordial del mundo.”


De Fernando Sáinz:

“Su Revista considero un asombro de laboriosidad, iniciativa y esfuerzo.”




De Francia


De Raymond Ronze, Directeur du Groupement des Universités et Grandes Écoles de France :

« Profesores y estudiantes de la Universidad de París leerán con provecho extraordinario los estudios de eminentes pedagogos en NUEVA ERA.”


De Henry Piéron, Profesor que fue de la Universidad de París y del Colegio de Francia:

“Le hago llegar mi fervorosa felicitación y mi viva simpatía para Ud. por su magnífica NUEVA ERA.”




De Inglaterra


De J. A. Lauwerys, Profesor de la Universidad de Londres y co – Editor de World Year Book Of Education:

“Ninguna revista como NUEVA ERA sirve en el Instituto que dirijo, para facilitar los estudios de Educación Comparada.”


De Italia


De Elsa Bergamaschi, Presidenta de la Liga Italiana de la Nueva Educación:

“Mi impresión sobre NUEVA ERA es óptima. Se trata de una publicación de interés mundial porque no solamente es rica en noticias, sino por estar anchamente abierta a todas las corrientes pedagógicas y a todo el movimiento grande y único, de la educación nueva. Es una obras que merece todo elogio. Merece, sobre todo, el interés y el estímulo de los educadores de todo el mundo, porque está hecha en tal modo de constituir el órgano más completo de la unión pedagógica de educadores y países.”


De Dino Origlia, Secretario de la Federazione Nuova Educazione d’Italia:

“ Por todo concepto su Revista nos parece la mejor de todas las que se ocupan del problema pedagógico.”


De Bélgica


De E. Wilputte :

« NUEVA ERA es una Revista Pedagógica incomparable en méritos y aciertos.”


De Albert Petters, Inspector de Enseñanza Secundaria:

“Recibí su incomparable Revista NUEVA ERA. Su nombre y su presencia conservo hondamente en la memoria. Es Ud. uno de los mejores recuerdos del Seminario Pedagógico de Inglaterra .




De la Argentina


De Ángel C. Bassi, Director General de Educación de la Provincia de Buenos Aires :

“Los Editoriales de NUEVA ERA son obra de un eximio educador con las raras condiciones de hombre de Estado y presenta Ud. en ellos n cuadro tan real del estado de la educación en casi todos los países de la América Latina y de sus remedios, que le habilitan plenamente para ejercer en cualquiera de ellos el cargo de Ministro de Instrucción Pública.”


De Juan Mantovani, Profesor de la Universidad de Buenos Aires:

“Veo su nombre imponerse cada vez más con justificada reputación, por la clara conciencia de los problemas de la educación americana y por su obra de difusión y coordinación del pensamiento continental a través de NUEVA ERA. Hay en su Revista una tan valiosa documentación de ideas pedagógicas continentales de este siglo, que a ella tendrá que acudirse en cualquier esfuerzo de ordenación y exposición futuras.”


De Francisco Romero, Profesor de Filosofía de la Universidad de Buenos Aires:

“Esta Revista es uno de esos pocos hogares iberoamericanos donde muchos nos encontramos y nos reconocemos, descubriendo nuestra condición fraternal y el paralelismo de nuestras obligaciones. Todos, pues, debemos a Ud. reconocimiento por ello, aparte del que le deba la cultura de nuestros países.”


De Ernesto Nelson, Inspector General de Enseñanza Secundaria, Normal y Especial de la Nación Argentina:

“NUEVA ERA nos da a esas palabras un sentido convincente, nos acercamos espiritualmente a los valores más permanentes, en esta época en que han irrumpido tantos monederos falsos, tantos buhoneros que quieren negarnos con sus baratijas; regala optimismo cuando las dudas empiezan a cercanos. Ud., sin jactancia ni sórdido interés, continúa llamado revista a esa Antología de trescientas páginas cuando cien bastarían para suscitar igual interés y gratitud.”
De Brasil


De Carneiro Leâo, Ministro de Educación Nacional:

“¡Qué magnífica Revista la suya! Ninguna otra conozco en nuestra América Latina que a ella pueda equipararse!”


De Fernando de Azevedo, miembro de la Academia de Inmortales de la Educación:

“Conozco y admiro el notable esfuerzo que viene Ud. desenvolviendo para levantar con NUEVA ERA – como ya lo ha conseguido – una tribuna de los líderes de la educación contemporánea - . Le felicito una vez más por su Revista, la más importante sobre problemas de la educación de la América del Sur.”


De M. A. Texeira de Freitas:

“Le expreso la admiración y el inmenso aprecio que se merece la nobilísima vida de Julio Larrea, como sociólogo, publicista y educador, tanto por su iluminado idealismo como figura humana y ciudadano de América. Y más todavía por la significación trascendente de la obra inmensa e inexplicable que viene realizando el incansable Director de NUEVA ERA, en pro de la educación, de la cultura, de la justicia social y de la fraternidad de nuestro Continente.”




De Bolivia


De Vicente Donoso Torres, Presidente que fue del Consejo Nacional de Educación:

“NUEVA ERA es la tribuna más alta de América en lo que se refiere a cuestiones educacionales. Es Ud. uno de nuestros más legítimos valores americanos que se ha conquistado el puesto que ocupa en la Pedagogía Continental a base de talento, de esfuerzo y de buen corazón.”



De Colombia

De Alejandro Cano, Director General de Educación Nacional:

“Su gran Revista NUEVA ERA es el mejor medio de divulgación educativa conocido hasta hoy en América. Lo realmente cierto es que NUEVA ERA continúa siendo la mejor publicación, en su género, que aparece actualmente en el mundo.”

De Cuba

De Pedro Avalos Torrens, Director que fue de la Biblioteca Pública de Matanzas:

“Me es placentero decirle que NUEVA ERA es la única Revista de Educación que los lectores de esta Biblioteca tienen que esperar turno para consultarla.”


De Chile


De Amanda Labarca, Directora del Departamento de Extensión Cultural de la Universidad de Chile:

“Recibí la magnífica Revista que Ud. dirige. Permítame felicitarle por el acierto inteligente con que está seleccionado su material y por el valioso aporte que significa para el estudio de los problemas culturales de nuestra Indoamérica.”


De M. Salas Marchán, en su calidad de Director General de Educación:

“Creo que NUEVA ERA debería constituir la obra predilecta de Escuelas Normales e Institutos de Pedagogía de América.”



De Uruguay


De Gastón Figueira:

“En la actualidad NUEVA ERA me parece la mejor Revista Pedagógica de América.”


De Otto Niemann, Presidente que fue de la confederación Americana de Maestros:

“NUEVA ERA es la Revista Pedagógica de América. Espero que, a pesar de la marcha de los acontecimientos, su obra fecunda podrá mantenerse en pie como un faro – guía en la reconstrucción del mundo. Yo me habitué a leer primero su editorial siempre claro y profundo, con visión aguda de la realidad a la vez que de valor crítico constructivo, dentro de una lógica que rompe los ojos a los que saben y no quieren ver.”
De Alberto Alves:

“Llegó a mi poder el hermoso ejemplar de su Revista que lleva el volumen XXI . Me place reiterarle los mejores augurios por la continuidad de esa publicación que evidencia con la jerarquía de su enjundioso contenido el singular esfuerzo de un hombre que con alto optimismo enfrenta los problemas de la cultura con definidos anhelos de superación para el bien de la cultura americana..”



De Venezuela

De Rafael Brunicardi:


“NUEVA ERA es una Revista que puede darle orgullosamente la vuelta al ruedo de América.”


De Arturo Croce, Director General de Cultura:

“NUEVA ERA es el más autorizado instrumento del progreso educativo de nuestra América y el mejor vehículo para la fraternidad de los pueblos de todo el mundo.”

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